El día 30 decidimos despedir el año yendo al cine a ver The Spirit. Una de superhéroe de cómic pasado al cine, que no es que deje mucho que desear, es que es de las peores películas que he visto en muchísimo tiempo.
Los diálogos son lamentables, la ambientación tipo cine negro de los 40 están fatal hecha, abusan del cromo y de la oscuridad en lugar de trabajar la ambientación, los personajes (tiene muy buen reparto pero muy mal dirigido) están sobreactuados hasta el punto de la ridiculez. Las escenas se suceden una detrás de otra sin transiciones adecuadas. El argumento no tiene un buen hilo conductor y los villanos tienen una estética tan hortera que no permite que sean creíbles.
Eva Mendes, Samuel L. Jackson, Scarlett Johansson, Sarah Paulson y Paz Vega, era suficiente reparto como para encandilarnos y no meternos en Internet a ver las críticas, pero si alguno está pensando en que con ese reparto y con el director de Sin City, la peli algo tendrá; SE EQUIVOCA.
No merece pagar el ticket, ni dedicarle la hora y media o dos horas que dura la pesadilla. Fatal estreno de Paz Vega en el cine yanki, por su actuación y por el papel de putita que luce cuerpazo que le han dado y Scarlett si sumo la de Vicky, Cristina y Barcelona, en que no me gustó nada su actuación, y esta, llego a la conclusión de que su carrera está muy desencaminada. Incluso Jackson hace un papel lamentable (mira que es difícil). La única que se medio salva es Mendes, que además está muy guapa. Del de la máscara ni opino.
Decidimos ir a una sala en el centro, por aquello de aprovechar la salida y ver las luces de navidad antes de que se prohíban (opinión mía), y por si no nos había deprimido suficientemente la película, la iluminación que vimos fue escasa y a la salida del cine a las 00:10 ya estaba apagada. Que digo yo, que si es por la crisis mejor que no pusieran nada, en lugar de poco y mal, y si es por el medioambiente, tres cuartas partes de lo mismo, y si es por quedar bien, nadando y guardando la ropa, pues no se contenta a nadie, ni a los comercios que piensan que las luces incitan a la compra, ni a los que pensamos que la administración pública no debería poner iluminación navideña.