La fundación Prodis organizó un concierto benéfico con Ara Malikian y la joven orquesta nacional de Armenia.
Con un lleno absoluto en el Teatro Real, que vendió todo hace casi dos meses, Ara inició su concierto, más como una estrella de rock que como violinista clásico. Un humor simpático, con anécdotas que introducían cada uno de los temas que tocaron, nos llevaron desde Mendelssohn, hasta Radiohead, pasando por Paco de Lucía, Paganini, Led Zeppelin, Vivalvi o composiciones propias de Ara, como el vals de Kairo, compuesta para su hijo.
La energía y pasión de Ara al tocar el violín, no tuvieron límites, acompañados de saltos tipo ska y rodillas hincadas en el suelo como si en sus manos blandiese una guitarra eléctrica. Consiguió transmitir emoción, pasión, amor y hacer vibrar a todos los que estábamos allí, que en la pieza final, inundamos el serio y clásico teatro real, con palmas al compás de esta pieza rumana, la Ciocarlia
Sylvia García 