De tanto lamentarte se te pasa el tiempo de rectificar. Deja de llorar; la autocompasión no te llevará a ningún sitio. Lo que pasó es ya parte de tu vida, pasada y futura, pero no tiene porque ser un lastre.
Piensa en tus sueños y laméntate sólo cuando por pereza, miedo, comodidad, rutina,… te olvides de ellos y no luches por intentarlos conseguir.
dos años … ya le hacía falta