
Ahora estoy explorando la forma de pensar oriental y, el zen es uno de los máximos exponentes de su filosofía.
Este libro me ha recordado a ‘El profeta’ de Gibran Jalil Gibran. Ambos se estructuran entorno a temas, sobre los que los maestros/profetas contestan a preguntas.
El del profeta menos trascendental, este mucho más.
En esencia, el maestro recomienda la práctica del zazen, la meditación sentada, para entrar en contacto con nuestro verdadero ser y poder sentir la relación que nos une al universo, además de ser capaces de eliminar nuestro karma y encontrar la paz.
El maestro, cabeza del soto zen en Europa, compara, reiteradamente, la forma de pensar del occidental y el oriental. Como el occidental basa su pensamiento más en el raciocinio y en la antítesis; el bien y el mal, arriba y abajo, mientras que el budismo y el zen, igualan muchas veces conceptos que para nosotros son antagónicos.
Mi edición repite varias páginas de preguntas y respuestas; parece que las erratas de edición son una tónica en este tipo de libros.
Interesante, si os gusta leer filosofía.Algunos fragmentos:
‘Las personas ambiciosas y llenas de deseos andan siempre detrás de la libertada pero no pueden alcanzarla. Siempre están ansiosas y tristes. Sus deseos crecen, crecen y terminan por caer enfermas, neuróticas. La libertad no es hacer lo que se quiera. Satisfacer todos los deseos no conduce a la libertad, ya que los deseos del hombre son ilimitados.’
‘Los sueños premonitorios forman parte del mundo metafísico. No podemos negar la relación con ese mundo. Si tenéis fe podréis comunicaros con el mundo metafísico.’
‘En la fisiología moderna se piensa que el cerebro y las células siguen vivos dos o tres días. Quizá en algunos muertos la conciencia no está muerta del todo.’
Autor: Taisen Deshimaru
Nº pag.: 142