Este fue uno de esos libros que me compré hace unos años y se quedó olvidado y cogiendo polvo en la estantería, hasta que del modo más fortuito salió de su olvido y consiguió ser leído.
Volví al face, a pesar de que dije que no lo haría, y no sólo volví sino que además, de vez en cuando, uso aplicaciones chorras que recogen información (ahora francamente limitada por lo que no me importa demasiado), y en una de esas, hice el test de ¿De qué libro serías protagonista?». Yo salí como protagonista de 1984 y, como el resultado para los que conocen mis paranoias tenía su punto, un amigo hizo también el test, y salió como protagonista de Canción de Hielo y Fuego. Se lo compró, se lo leyó, me lo recomendó, y mi volumen cobró vida con esa recomendación.
Tiene más de literatura épica que de fantástica, pero es muy bueno. El autor trabaja con muchos personajes, de los que desarrolla en profundidad al menos unos 15, y va saltando de uno a otro para contar un argumento entretenido, en el que no falta ningún ingrediente para pasar un buen rato de lectura, y que consigue engancharte a la saga desde sus primeras páginas.
Ya de paso también hice el test facebuquero de «¿Quién serías en Canción de Hielo y Fuego?» y el resultado fue el enano. Una vez leído el primer volumen puedo llegar a estar de acuerdo con el resultado.
Y fuera de esta anécdota, es una saga para continuar. Ya he pedido en la biblioteca el II, y creo que para después del puente me lo traerán.
Autor: George R.R. Martin
Nºpags: 798
Eso pasa a veces con los libros. También con las personas y el sexo. Te encuentras con alguien interesante cuando estás buscando otra cosa y «lo dejas pasar para más adelante» como ése libro que te encuentras en la estantería cuando estás buscando otro y dices «este me lo tengo que leer algún día». fdo. el príncipe de las ocasiones perdidas
hola príncipe de las ocasiones perdidas. tienes toda la razón. con el tiempo, si hay algo que he aprendido es que no se pueden dejar pasar oportunidades, ni de libros, ni de sexo, ni de divertirse, ni de arriesgarse, … ni de nada. pensar en lo no hiciste y podrías haber hecho es muy poco reconfortante.
Pues teneis toda la razón, y me habéis recordado una canción que me gustaba mucho y hacía mucho que no escuchaba, «Tratado de impaciencia nº 11″…Creo que no se debe lamentar lo que pudo pasar y no pasó, porque la única decisión buena es la que se toma, pero quizá sea que me he vuelto un ácrata resignado…buen fin de semana.
bueno, quizás el comentario sea más preciso, si digo «pensar en lo que quisiste hacer y por unas cosas u otras dejaste de hacer»hay muchas veces que las decisiones no las tomas de forma consciente, sino que el momento, destino, … (llámalo x) te lleva a hacer una cosa u otra, a pesar de que te hubiese gustado hacer lo contrario. es a ese tipo de oportunidades a las que me refiero.