Hacía mucho tiempo que no lloraba con un libro y este me ha hecho llorar. Me ha hecho pensar, me ha hecho sentir y dentro de su tristeza y enorme soledad, me ha reconfortado en algunos pasajes y me ha dado, una vez más, muestras de la bondad del ser humano en su individualidad y de su crueldad como rebaño. También me ha hecho sentir la desesperación, cuando se pierde la necesidad de luchar y se tira la toalla, huyendo hacia adelante o hundiéndote en la más profunda oscuridad.
Cada palabra del libro está escrita con cuidado, con amor a las palabras, a las frases, al lenguaje, como máxima forma de expresión, y a los libros. Es un canto a la soledad más cruel, un himno a la literatura y un grito por tantas infancias rotas y perdidas.
Incluyo un pasaje corto para que veáis el estilo.
«…Pero el rostro de Eva era una máscara de infanta ni viva ni difunta, con las ventanas de su nariz cerradas, la boca entreabierta, el hueco de la oreja en el lejano tímpano, como un laberinto minúsculo a cuya entrada estaba Vollard, minotauro perplejo, sólo con el frágil hilo de las frases, sin saber nada de aquella Ariadna a la quizás nunca alcanzaría.»
Es un libro corto que se deja leer y querer. De verdad os lo recomiendo.
Autor: Perre Péju
Nº pag.: 146