Todos producimos varias decenas de kilos de residuos plásticos al año. Por mucho que nos guste decir que reciclamos, lo cierto es que lo único que hacemos es separar en distintos contenedores que después inician el proceso de transporte, recuperación y por fin reciclado, para convertir lo separado en materias primas secundarias.
Ese proceso, además de caro, es mucha vez ineficiente y gran parte de nuestros residuos terminan, en el caso de España, en el vertedero y en las incineradoras en el resto de Europa o lo que es lo mismo, terminan convertidos en emisiones de CO2, en el mejor de los casos, y en el peor, en muchos otros gases de efecto invernadero que no sólo tienen un impacto negativo en el cambio climático, sino que además son tóxicos.
De alguna forma nos hemos desconectado de la realidad y ni siquiera pensamos en el problema que generamos al producir, comprar, consumir, tirar y volver a producir para comprar, consumir, tirar….
Sólo en España generamos al año 26 millones de toneladas de residuos domésticos, los llamados residuos urbanos que representan únicamente el 6% de todos los residuos generados en el país. Eso quiere decir, que su día a día, España genera cada año 433 millones de toneladas de residuos:: 433.000.000.000 kg.
Hay algunas iniciativas que promueven el auto reciclaje, más allá de las composteras que deberían venir de serie en las casas, igual que la caldera o el horno.
Una de las que más me gusta es la de Dave Hakkens que ha sido capaz de construir una planta de reciclaje adaptando máquinas que normalmente tienen otros usos.
Sin embargo creo que el futuro del auto reciclaje no vendrá de este tipo de garajes o hacker spaces, sino de la mano de impresoras 3D capaces de usar, como material para la impresión, los plásticos que desechamos como residuos.
madre mia! lo que es puede llegar a hacer….
Muy chulo