El largo viaje a un pequeño planeta iracundo

Una de estas novelas en las que su autora cree con fe ciega, hasta el punto de financiarla a través de una campaña de Kickstarter y que llegó a manos de un editor que la convirtió en un éxito.

Es un space-opera ambientada en un espacio llamado Galactic Commons, un lugar imaginario en el que conviven distintas especies, incluida la humana, de una forma más o menos civilizada, tras años de guerras y ataques dentro de las propias especies y entre ellas.

El libro está escrito en un tono desenfadado, con diálogos coloquiales que construyen a personajes sólidos y que ayudan a empatizar con los protagonistas.

En particular, el personaje de una tec chapucera, Kizzy, es de los más conseguidos.

Siguiendo la estructura del viaje del héroe, el libro nos relata, como bien dice el título, un largo viaje de una tuneladora hasta el mismo centro de la galaxia, donde, en apenas dos capítulos, ocurre el desenlace, con una última puntilla de moraleja interplanetaria e interespecies.

Una novela entretenida, fácil de leer, muy bien escrita y que desborda imaginación en cada párrafo. Crear todo un universo, y más de diez especies diferentes, con sus propios idiomas, tiene que ser un trabajo ingente y la autora ha conseguido que el resultado sea divertido y fácil de leer. Con historias de amor, odio, venganza, reconciliación y guerra.

Un libro que, aunque no te gusten mucho los space-operas, recomiendo.

Autor: Becky Chambers

Editorial: Insólita

Nº pags: 512