La mitología celta es siempre una fuente de inspiración, además de fascinante. Una de las diosas que sobrevivió a la entrada del cristianismo en el mundo celta fue Brigid.
Brigid era la hija de Dagda y una Tuatha Dé Danann. Se casó con Bres, rey de los Fomorianos, para intentar forjar una alianza entre ellos y los Tuatha Dé Danann, pero la paz no llegó y el dios del hierro, Goibniu, mató a Ruadán, frente a Brigid. Fue cuando nace el llanto por la pérdida de un ser querido, el keening de las bean sidhe.
Brigid tiene tres facetas: la de la llama de la sabiduría, como fuente de inspiración creativa para poetas y bardos, el fuego del hogar, como diosa de la fertilidad, la curación y los partos y el fuego de la transformación como diosa de la artesanía (del tejer y la elaboración de cerveza) y la forja, siendo ella misma una herrera.
Su fiesta se celebra en el Imbolc, el 1 de febrero, 45 días antes del equinocio de primavera, cuando la tierra comienza a dar señales del renacer.
Con la entrada del cristianismo, la dios Brigid, se transforma en Santa Brígida, siendo su fiesta la de La Candelaria que coincide con el 1 de febrero.
El libro recoge una entrada sobre la diosa y la mitología, pero el resto es una recopilación de escritos de descendientes de emigrantes de Irlanda, Gales y Escocia, que han mantenido vivo el culto a la diosa Brigid y que van desde poemas, a encantamientos y ritos.
Fue un regalo de una gran amiga, en Irlanda, por lo que lo guardaré siempre con cariño, aunque es difícil de recomendar.
Autor: Laura Louella
Nºpags.: 256
Editorial: Weiser Books