Mientras públicamente el Gobierno chino encarcela al primer científico en hacer público que ha creado bebés modificados genéticamente, el ejército colabora con un laboratorio que fabrica pruebas de embarazo para recoger información genética de millones de mujeres.
El grupo chino BGI se está haciendo con una base de datos de ADN que le permitirá seguir avanzando en sus investigaciones sobre el genoma humano. A medida que la ciencia identifica nuevos vínculos entre los genes y los rasgos humanos, el acceso al conjunto más grande y diverso de genomas humanos es una ventaja estratégica. La tecnología podría impulsar a China a dominar los productos farmacéuticos mundiales, y también, potencialmente, ayudar a crear soldados genéticamente mejorados o patógenos diseñados contra la población o el suministro de alimentos.
No he podido sino acordarme de la serie ‘The one’ cuando me he leído la noticia.