De todas las películas nominadas a los óscar 2023, esta es la que más ganas tenía de ver, no solo porque está ambientada en Irlanda, si no porque muestra muchas caras de este país y ahonda en el carácter tragicómico de su sociedad.
En el título se cuela la magia y el folclore de los celtas: las banshees, las mujeres de los túmulos feéricos, espíritus que anuncian con su llanto que la muerte viene para llevarse a alguien cercano. Creo que es un error que en español el título se haya traducido como almas en pena porque pierde la fuerza del título original que ya cuenta de antemano que la tragedia, de la mano de la muerte, está por llegar.
Irlanda es un país confesional católico y, aún así, mantiene una relación estrecha con las tradiciones celtas que hacen que la magia y lo esotérico estén en el día a día de la sociedad. Algo que la película muestra a la perfección.
Ambientada en 1923, en plena guerra civil irlandesa, transcurre en una isla dentro de la isla de Irlanda. El síndrome isleño, el sentirse encerrado y asilado en un espacio donde nada cambia, es lo que mueve el guion de la película.
Dos amigos dejan de serlo en plena crisis existencial del mayor de ellos que busca darle sentido a su vida en una pequeña isla donde no pasa nada, ni tan siquiera se ve afectada por las bombas de la guerra que ven en la distancia, en mainland.
Un lugar donde los parroquianos viven y beben de las vidas ajenas, donde todo se sabe y se comenta. La soledad y la desesperación llevan a los personajes a reacciones extremas que rayan en lo cómico, dentro de una tragedia que parece no darles opción a cambiar.
La interpretación es impecable, el guion también, y la fotografía y la ambientación la convierten en una pieza costumbrista que refleja la Irlanda en transición a la independencia de Reino Unido.
Es una película diferente, muy muy irlandesa, que recomiendo ver en versión original para que no suceda aquello de ‘lost in translation‘.
Dura, trágica y triste, ahonda en la soledad y las relaciones que se establecen desde el aislamiento y la aversión al cambio.
Si tuviese que decir cuál de los óscar ganará, de las nueve nominaciones, porfiaría que será el de actor de reparto, Barry Keoghan, y seguramente guion. El papel de la banshee, sin estar nominado, me ha encantado.
Muy recomendable, pero id sin expectativas de comedia (la risa llega por pura desesperación).
Director y guión: Martin McDonagh