Ha caído otro libro más. Este es finito y también muy entretenido y además lleva «recao».
Me lo compré en la feria del libro de este año. Es la tradición. Desde que tengo memoria y he vivido en Madrid, he ido todos los años a la feria del libro del retiro. Hay una caseta especializada en ciencia ficción, creo que es de la librería Miraguano (aunque tampoco lo puedo asegurar), en la que siempre pido que me recomienden libros de ciencia ficción y todos los años hago acopio de 4 ó 5.
Uno de los que me recomendaron este año fue «El nombre del mundo es bosque«, de Ursula K. Le Guin.
Es una novela corta, 167 páginas, con una edición de bolsillo de esas que aprovechan para imprimir el texto más allá de los márgenes, sobre un papel tipo reciclado, que hace que las letras no tengas excesiva definición. Pero a medida que entras en la historia, incluso se te olvida la falta de calidad de la edición.
Es el primer libro que leo de Ursula K. y cuando lo iba leyendo me recordaba a otro libro que leí hace ya algún tiempo; «La voz de los muertos«, de Orson Scott Card; el ansible, un mundo en que sus habitantes disfrutan de un vínculo especial con su entorno, el bosque, a los de Ursula les llaman despectivamente crichis, a los de Orson, cerdis, ambas razas regidas por un sistema matriarcal y ligadas mediante ritos al mundo de los sueños, los especialistas humanos (xenólogos, ecólogos,…) que estudian la vida inteligente en los planetas que colonizan…
Los argumentos no tienen nada que ver, pero el entorno planetario, y el parecido entre ambas razas, me recordaron a la segunda parte de Ender y seguro que Orson Scott leyó el libro del Ursula K. antes de escribir «La voz de los muertos«. El de Ursula K. es un libro de 1.972 y el de Orson es de 1.986.
Personalmente me gusta más el de Scott, pero hoy toca hablar del que terminé anoche, y es «El nombre del mundo es bosque«. Athshe ha sido colonizado por los humanos para explotar sus bosques y conseguir madera, ya que la Tierra se ha convertido en un desierto a base de superexplotación y sobreconstrucción (justo lo que llevamos haciendo desde hace unas cuantas décadas). La autora plantea los conflictos entre la raza athstiana (crichis) y los humanos, y los peor parados son los humanos.
Ursula K. se apoya en un estereotipo machista, egocentrista y autoritario, para liderar y exponer la postura humana en el planeta, y plantea un método de colonización muy similar al realizado en la Tierra durante el siglo XIX en Asia y Africa.
La raza athstiana vive en armonía con su entorno y disfruta del tiempo-mundo y del tiempo-sueño, que utilizan para obtener visiones sobre el discurrir de sus vidas. Son cédulas descentralizadas, lideradas por estructuras matriarcales, que en caso de necesidad común, son capaces de organizarse y conseguir mayor eficacia que las estructuras centralizadas y autoritarias de los humanos. Lo que queda demostrado a lo largo del libro.
Es un libro crítico con nuestra sociedad, crítico con nuestras estructuras de gobierno, crítico con nuestra política de sobre-explotación de recursos, crítico con la prepotencia, todo ello «virtudes» de la humanidad. Y la alternativa, una estructura organizativa mejor, unos valores éticos elevados, la capacidad de convivencia con su hábitat, el respeto a la mujer y la intuición, representado por los athstianos y otros humanoides que aparecen de refilón.
Me gusta más, pensar en un futuro en el que los humanos hayamos sido capaces de aprender de nuestros errores y evolucionar hacia una raza más inteligente, que consiga que la clemencia, la tolerancia y el respeto a la vida (inteligente o no) quede impresa en nuestra memoria genética, para que la humanidad no tenga que repetir hasta la eternidad, el horror y desolación de las guerras, los regímenes autoritarios, las violaciones de los derechos humanos y la destrucción de nuestro propio hábitat.
No conocía a la autora, pero por lo que he podido leer, es más conocida por su saga de Terramar y Los Desposeídos. Habrá que buscarlos y ver que tal están.
«No puedes comprar la revolución. No puedes hacer la revolución. Sólo puedes ser la Revolución. Está en tu espíritu o no está en ningún sitio». Ursula K. Le Guin
2 comentarios sobre “El nombre del mundo es bosque”